Pegú

Ilusión, ganas de renovarse una misma.

Allá vamos, te cojo con ganas querido.

Sinceramente?

No me aguanto ni yo misma.

Mira que no quiero verte triste
sigue los sentimientos que tu corazón te dice
pasa siempre y tira pa delante
una sonrrisa tuya vale más que un diamante
dale a volar sobre el universo
sigue la luz que todos llevamos dentro
hoy la oscuridad se convierte en cielo abierto
y simplemente yo te expreso mis sentimientos
es que no hay nada que el calor humano no haga
te hare caricias hasta pasada la madrugada
deja que mi amor entienda la actitud pagada
y el vacio que hay en mi interior
te cresca sin parada

Te hicieron perfecta tus imperfecciones reina.

Maravilloso.

El miedo es como la familia que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezca los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que no entiendan lo que queremos ser. Hay miedos que nos van dejando en la conciencia el miedo de ser culpables de lo que les pasa a los demás y también miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un tal Ponsett en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo. Y entonces me he dado cuenta de que, últimamente, yo ya no tengo miedo.

Dependencia, algo malo, sí muy malo, como poder depender de alguien el cual seguramente al fin y al cabo te haga daño...
Pero, ¿pensáis que es algo evitable?
Porque yo no.
Está claro algunos lo tienen más fácil, pero lo siento chicos, no somos de piedra.

Mirar atrás y ver como has evolucionado, ver que en el punto en
el que estás no es ni mucho menos al que pensabas llegar, pero...


¿Lo fácil? Ponerse metas imposibles, total soñar es gratis ¿no?

¿Lo difícil? Aprender a aceptar tus deficiencias, como ponerte metas, si
realmente por mucho que empeñes no podrás conseguirlas.

Opino que llevamos mal perder, queremos que todo salga como uno quiere y sino sucede así, ya decimos que todo es una mierda, pero quien sabe quizá nos cegamos nosotros mismo las pocas esperanzas que nos quedan.